¿Por qué a la mayoría de gerentes o empresarios les da miedo invertir en marketing? Como a cualquier persona le puede pasar, nos asusta empezar a hacer algo que todavía no hemos experimentado. Sin embargo, esto ya no puede ser una excusa para omitir esta área que es fundamental en la cadena de valor de cualquier organización. Especialmente cuando ya vivimos en un mundo digital que nos puede llevar a más fronteras o nos puede desaparecer entre tantas opciones si no lo empezamos aplicar.
En determinadas ocasiones vemos que las ventas y la participación en el mercado se contraen, queriendo resolver esta situación complicada de inmediato. Pero resulta, que aún no hemos previsto cual es la raíz del problema para diseñar las acciones que nos permita mejorar los ingresos. Para que esto suceda debemos tener presente que llevará tiempo, dejando por un lado el pensar en querer apagar incendios para que después venga un reto más grande.
Al principio los esfuerzos de marketing pueden asimilarse como un gasto innecesario. Esto sucede por el simple hecho de no tener la información fundamental del entorno, tanto interno como lo será la propia empresa y factores externos que corresponden a estudiar profundamente la percepción del consumidor, acciones de la competencia y otras variables que nos permitirán elaborar un plan de mercadeo que sea competitivo y rentable.
Cuando una marca desea cautivar un mercado debe tener presente que sus consumidores al pasar los años cambiarán los hábitos de compra, preferencias y medios de interacción para la búsqueda de productos o servicios.
Por ejemplo, en la actualidad si somos un retail y nos confiamos de tener únicamente una tienda física, en un futuro seremos afectados por otros factores, haciendo que los clientes busquen plataformas virtuales para hacer sus compras. Pero no solo se trata de dejarnos llevar por la intuición, sino hacer que nuestras acciones sean cada vez más precisas. Para ello podemos utilizar herramientas de research que hoy tenemos a la mano muy fácilmente, como lo podrían ser Facebook audience insights, que permite resumir mercados de acuerdo a intereses, preferencias y ubicaciones, lo cual nos da un panorama para evaluar cual podría ser nuestro potencial del mercado con base al nivel de aceptación que podría tener nuestro producto para determinado grupo de personas. Por otra parte, también recomendaríamos utilizar Google trends, la cual permite analizar tendencias a través de palabras clave, teniendo una percepción acerca de las búsquedas que los usuarios han realizado durante diferentes periodos de tiempo; esto sin duda nos da una brecha para desarrollar estrategias que sean más adaptables a la situación que se deriva de un mercado que es constantemente cambiante.
Pero, si queremos llegar a un nivel más sofisticado de análisis de datos, también encontraremos realizar estudios de “listening”, el cual comprende en agrupar información de acuerdo a comentarios y reacciones que emiten usuarios a partir de diferentes redes sociales o canales de búsqueda. Esto sin duda, se debe de procesar y analizar la información a través de paneles de expertos que cuidadosamente mostrarán cuales deberían de ser las directrices para implementar una estrategia que sea sólida y se ajuste a las necesidades reales que tiene el mercado.
A la hora de plantear los objetivos, tenemos que tener consciencia de la realidad en la que nos encontramos, el tiempo y qué ese resultado que deseamos alcanzar lo podamos medir constantemente.
Para que un plan de marketing verdaderamente funcione no radica en qué esté sumamente detallado, sino que esté cimentado con objetivos que sean reales, alcanzables y relevantes, para que después sea mucho más fácil implementarlos. Sabiendo hacia donde debemos dirigirnos a corto, mediano y largo plazo nos evitará perdernos y ahorrar tiempo.
Algunas de las metas que los directores exigen al departamento de mercadeo son maximizar las ventas y los volúmenes de ingresos, sin embargo, descuidamos otros objetivos que nos despertarán mejores resultados. En esta escena, deberíamos de buscar la manera de medir lo cualitativo, como probablemente llegará ser la relación con los clientes, la tasa de conversión y retención de clientes. Este último es definitivo para evaluar el porcentaje de clientes o suscriptores que dejan de utilizar los servicios que ofrece una empresa durante un período de tiempo determinado.
Así pues, para responder a estos objetivos debemos de tener un plan de acción que esté inmerso de actividades específicas que logren crear y agregar valor. En ese sentido debemos contemplar tres recursos importantes que son: las personas responsables, el presupuesto disponible y el tiempo de ejecución.
Todo esto conlleva a crear un sistema de acciones estratégicas que apuntan a obtener resultados que sean concretos y que, sin lugar a objeciones, debemos de estar contemplando con el equipo cuáles de esas acciones nos están llevando al nivel donde queremos posicionar nuestra marca.
Una marca que sobrevive es aquella que se adapta a los cambios y tendencias, pero sobre todo que siempre ha sido contundente con las acciones diarias para innovar y recoger esos frutos que desde un principio visualizo estratégicamente.
Consideramos que no es un trabajo fácil, pero si no lo haces, correrías el riesgo en no agregarle valor a las personas que alguna vez confiaron en ti.